Pero la apreciación no solo debe quedar en el cielo,
si el sol representa lo masculino, y venus lo femenino, es hermoso ver
como cientos de personas el domingo pasado salieron a protestar en
Bogotá por los derechos de la mujer y por el respeto que se merece a
raiz de un espantoso homicidio donde se transgredió por completo el
género femenino.Es una lastima tener que llegar hasta la barbarie para pedir a gritos el respeto y la dignidad.
Te invito a reflexionar: cómo dentro de cada uno respetamos o no nuestra ánima o mujer interna, y cómo a nivel social se le da el espacio merecido y necesario al arquetipo femenino.
Atendemos nuestros placeres? le damos cabida a nuestras necesidades? respetamos la belleza en nuestra vida? nos permitimos gozar y disfrutar de lo que consideramos nuestro? decidimos por nuestra complacencia o esperamos que otros decidan por nosotros?
Al no mostramos lo que somos, entonces, cómo creemos que dignificamos nuestra ánima o femenino interno?
Si es el miedo, la culpa o la moralidad la que siempre termina acallando nuestro venus interno, acaso eso no es una violación a nuestro proncipio femenino?
Tal vez, ver en el cielo cómo se unen dos símbolos, permita que nos cuestionemos cómo dentro de nosotros podemos dignificar el femenino interno.
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